La flor de Escocia

 

Caminaba un día bajo el sol de la mañana
cuando en la pradera la flor de Escocia
llamó mi atención.

Morada como el cielo del atardecer
la puse en mi sombrero para mi amada
que en el viejo Londres me espera.

Terminé mi condena en las Highland
pronto retozaremos juntos en la cama
y entonces olvidaremos las penas pasadas.

A través del bosque me interné sin miedo
cuando unos bandoleros me asaltaron
y se llevaron lo más valioso que tenía.

La flor de Escocia navego por mi sangre
hasta el arroyo cristalino que pasa cerca
estoy seguro que a Londres llegará.

Amigo si después de una borrachera
al Támesis te acercas para despejar
lleva esta flor de Escocia a mi amada.

Entonces sabrá que he muerto
y que junto a su corazón
moraré eternamente.

Escuche este tema y me inspiro este pequeño poema que me evocaba recuerdos de baladas inglesas y olores de retama y espliego bajo la lluvia en esta tarde de gris de septiembre.