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Cita del día para recordar:

jueves, 7 de octubre de 2010

Broix du Noix

licores

 

Siempre que he tenido aguardiente, aquí orujo, a mi disposición he procurado hacer algún licor. Aguardiente, el aqua vitae, espíritu procedente de la sublimación del cadáver de los racimos y las uvas. Hollejos y racimos que evaporan su alma mediante el fuego, para condensar la fuerza del alcohol que no entregaron a ese vino joven, cuando fueron pisados, se deslizan ahora por el serpentín de la alquitara para caer gota a gota por la espita de madera en el pote donde será recogido. Todo ello bajo la atenta mirada del destilador, que pasa horas de eterna vela en las frías noches del invierno. El maestro destilador sabe calcular las cantidades de “cadáveres” a echar junto con la cantidad de agua y la cadencia de la gota, una vez que comienza a salir, para que de mayor o menor graduación a ese preciado líquido que acompañará, de una forma u otra, las amenizadas horas del café de la tarde o levantará el ímpetu del trabajador que acude bajo la helada a su jornada matinal.

El que hoy prepararemos es muy sencillo de hacer. Si salimos al campo, dependiendo de las zonas, seguro que veremos o sabremos de algún lugar donde halla nogales. Por aquí, El Bierzo, es muy fácil dar con ellos; camino de Peñalba, la Aquiana o de cornatel por ser los sitios más cercanos, podemos recoger nueces al borde mismo de la carretera. Las que necesitamos deben tener la cáscara verde y no estar maduras todavía. Necesitamos esa cáscara ya que es la que contiene los taninos que nos van a servir para el sabor y de paso aportar sus propiedades nutricionales y antioxidantes. El Broix du noix tiene la fama de ser una bebida preparada, de diferentes maneras, por los celtas de la Bretaña francesa. No se hasta que punto puede ser cierto pero dicho queda.

Broix du noix:

3/4 l. de Aguardiente

1/4 l. de almíbar o jarabe simple

Cascara verde externa de la nuez.

Quitamos las cáscaras verdes de las nueces, las metemos –las cáscaras- en un frasco y lo rellenamos con el aguardiente y el jarabe simple, previamente mezclados. Cerramos el frasco bien hermético y dejamos 3 o 4 meses en sitio oscuro y seco. Una vez pasado este tiempo colamos el líquido a una botella y ya podemos degustarlo.

Que paséis buenas y felices tardes disfrutando de esta saludable bebida. Como veis, los míos perduran en el tiempo, son del 1993, casi nada pero han perdido fuerza ya que deben estar perfectamente cerrados para que no se les evapore el alcohol.

 

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