Este es un cofre creado con restos de maderas y materiales de deshecho. Es muy barato de hacer y fácil. Si lo queréis intentar no os va a suponer problema alguno.
Los materiales que yo usé fueron:
- Cuatro columnas torneadas (las venden en cualquier sitio de marquetería o bricolaje).
- Cadena para sujetar la tapa.
- Dos bisagras.
- Un listón de madera de 250x2,5 cm.
- 5 tiradores para cajones.
Esto todo comprado si no lo podéis conseguir de restos, como el siguiente material:
- Jaulas de frutas a granel (de esas pequeñas de madera donde vienen las fresas u otras frutas) todas las que consigáis.
- Trozos de jambas y molduras de puertas.
- dos trozos de contrachapado de 22x24 cm.
Y el material de trabajo:
- Cola de carpintero.
- Aguaplast.
- Sierra de pelo.
- Sierra de costilla o serrucho.
- Caja para hacer corte a inglete.
- Puntas finas sin cabeza.
- Martillo.
- Pinceles.
- Esmaltes de colores: rojo, azul, verde, blanco y negro (principalmente).
- Cera, betún de judea y gomalaca.
Primero se cortan cuatro listones de 33 cm de largo y otros 8 de 21,5 cm de largo. De las jaulas de fruta deshacéis 2 y cortáis 8 listones de 23x3 cm y otros 5 de 18x2,5 cm. Con esto haremos el armazón interior que servirá de sujeción a todo.
Medimos la altura para los cajones y hacemos un rebaje, en las dos caras internas de los 4 listones, del ancho de los listones de jaula (unos 3 mm) para embutirlos en los listones de 33 cm. los cuales nos servirán de guía soporte para los cajones. Encolamos los listones de 21,5 encima de estas guías para que den fuerza a cada lateral. Así tendremos ya formados dos laterales como si fueran dos escaleras.
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