Hoy es un día gris, como ayer, como mañana…

 

Hoy vuelve a ser un día gris, como ayer, como mañana. La gente camina envuelta en sus abrigos, rápido sin detenerse un momento ni a mirar. Son como barcos de vapor expulsando el vaho por la boca y veloces en silencio. Pasa alguna bicicleta con pedalear cansino y coches muchos coches, demasiados.

 

Las noticias “alentadoras”: Misiles de corea del norte disparados contra sus hermanos de Corea del sur,  elecciones anticipadas en Irlanda a causa de la crisis, 339 muertos en un festival en Camboya, heridas por bala y golpes en el Sahara… Lo de siempre en el mundo. En España más de lo mismo se decide si habrá o no prorroga del carbón (después de toda la movilización que hubo aún no se sabe), los políticos dan la nota en elecciones -ya no saben que hacer para llamar la atención y por ello se brindan a usar el juego de la “telebasura” consumo nacional de masas-...

Los de izquierdas metiéndose con los de derechas y estos con los otros y el que no es de uno o de otro se mete con los dos. El Madrid contra el Barça, los heavys contra los poperos, los vegetarianos contra los que consumen carne, etc… Más de lo mismo Caín contra Abel, no hemos aprendido nada.

Todo es igual, todo es lo mismo. El enfrentamiento de unos contra otros, cooperación poca. Ya nos lo mostraba la biblia en esa gran lección (aunque recordemos que es algo escrito por hombres):

 

“El Señor vio la ciudad y la torre. Vio que la gente se había enorgullecido por lo que habían hecho. Dejaron de escuchar a Dios y trataron de ser Dios. Se jactaban que la gente los quería adorar a ellos en lugar de a Dios. Dios decidió hacer algo para que la gente dependiera de Él y no de si mismos. Y Dios confundió el idioma de los hombres. Empezaron a hablar muchos idiomas. ¿Lo pueden creer? Todos hablaban el mismo idioma. Ese mismo día, instantáneamente hablaron otros idiomas. Se juntaron los que hablaban el mismo idioma y se mudaron a otras áreas del mundo. Ya no pensaron en edificar la torre.”

Las cosas han sido creadas para complementarse para unirse no para enfrentarse. El vegetariano no come carne por no matar un ser vivo, claro las lechugas son solo cosas que salen de la tierra. El heavy no escucha pop porque eso son blandengues pero a las 2 de la mañana en la intimidad de la cama escuchan una baladilla que no es más que una creación pop con otras bases y rifs. Todo se complementa y la creación final de la mezcla de ambos extremos es lo que hace que sea superior. Un filete “a palo seco” resulta insípido, una lechuga sola otro tanto pero un filete con lechuga es el alimento completo y sabroso. 
Ahí está la gracia en saber combinar y unir las cosas para sacar lo mejor de cada una sin cerrarse en los extremos y hacer papilas inapetentes a otros sabores.

 

Dios confundió a los que unidos intentaban construir algo para igualarse a él, esa igualación relegaba a Dios a segundo término y eso no se podía permitir, el hombre DEBERÍA DEPENDER de Dios, sino ¿para que servía Dios? y él no estaba de acuerdo en aceptar eso, aunque eso supusiera la infelicidad y esclavitud del pueblo a sus mandatos. Por ello los dividió y procuró que no se entendieran y que aprendieran que nunca jamás deberían juntarse los unos con los otros, eran distintos, eran opuestos.

Dios no es más que cualquier detentor del poder, da igual el nombre que se le de, da igual su color, su ideología, fe, credo, estilo…

 

Mañana gris… Veo el muro de facebook donde un amigo se lamenta: “Cierre de una pagina de falange por parte de Facebook”. Quejas y pesares porque vivimos en una sociedad que se autoproclama libre de censuras y resulta que todavía suceden estas cosas. Pero claro esto llega después de unas semanas donde otro amigo ponía el grito en el cielo por el cierre de su página de memoria histórica sobre los atropellos de los franquistas en la guerra civil y posteriormente. Cierres ambos fruto de la ignorancia y el querer acallarse unos a otros simplemente dando masivamente al botón Denunciar/Bloquear a esta persona, botón que no es más que una censura silenciosa.

 

Tu me atacas a mi, yo me enfrento ti.

 

Es cierto que cada uno lo cuenta según su visión, que pueden tergiversar los hechos, que inventen sucesos o que incluso traten de convencerte de “su verdad”. Y ahí es donde esta la maravilla que nos ha dado la creación de nuestro cuerpo, el cerebro. Tenemos a nuestra disposición textos, imágenes, sonidos muchas veces a un sólo golpe de click del ratón y seguimos empeñados en cerrar nuestra mente a otras realidades que no sean las que nosotros nos hemos empeñado, muchas veces, en crear.

 

Tu me atacas a mi, yo te ataco a ti.

 

Y ahí estoy yo, entre los dos bandos viendo como unos encienden las antorchas y se dirigen a los muros de los otros y estos a su vez van a los de los primeros y en vez de pararse a leer prenden fuego a sus casas y crean más odio al amparo de los que necesitan que no piensen y que sigan adorándoles no sea que se les acabe el chollo y perezcan abandonados en cualquier rincón sin nadie que les idolatre.

 

Tu me atacas a mi, yo me resisto a morir.

 

Donde tu cierras una página, nosotros abriremos mil. Donde tú pretendes acallar nuestra voz, nosotros gritaremos más fuerte. Donde tu quieres escribir tu ley con sangre, nosotros extenderemos el agua para limpiarla. Donde tu creador de injusticias tratas de cerrar los ojos de los demás, nosotros los abriremos. Donde tu “rastrera serpiente” oscurezcas sus mentes con pesimismo y la mentira, nosotros encenderemos la luz de la alegría y la verdad.

 

Hoy es un día gris, como ayer y como mañana. Pero en todos estos días grises siempre ha acabado saliendo el sol para calentar nuestra melancólica alma y eso nos alienta a no cejar y caer en la apatía de la indiferencia.

 

Y este tema me lo puso en las manos Quim Samaruc Solans, como siempre, buen amigo, y dando en el clavo. Dejo volar mi imaginación y surgen las palabras, buscad la letra leed la fabula y comprenderéis que no sólo son palabras.