Eres, como el agua, delicada y transparente.
Un rocé suave con mis labios
y se extienden ondas de pasión.
De tú cuerpo afloran sentimientos,
limo oculto en lo mas profundo del ser.
En tus tristes ojos escondes
esa dual belleza cambiante
de arruguillas contentas
o miradas enfadadas.
Siempre a mi lado, abrazada.
Protegiéndome, protegiéndote,
con el calor de nuestros cuerpos
enredados entre las sábanas.
Eres tierra fértil nunca sembrada
con la que alimentas mi alma.
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