Miran los blancos espectros
a través de sus vacías arcadas
codiciando el calor interno,
deseando el pulsar de la sangre.
Los oyes tras los cristales,
rítmico golpear tac, tac, tac…
Monótona melodía
de noches invernales.
Envidian, pobres descarnados,
esos cuerpos de inquieto sueño,
arropados bajo mantas,
cubiertos de fríos sudores.
Danzan mecidos por el viento
entre mudos compases,
acordes incompletos,
y clarines silbantes.
Vuelve la luz triunfante
para desterrarlos de nuevo
a profundas oquedades
a solitarios cementerios.
2 comentarios:
Lo dicho... ¡vampiros! XD!
Genial!, Vampiros de la vida!!
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