Somos las marionetas de este gobierno que impera,
ellos mueven los hilos y nosotros ponemos la jeta
con la que deslumbramos a este pueblo que vegeta.
¡Que no lo despierte nadie!, no sea que se de cuenta
y terminemos en la calle con guitarra y pandereta,
recordando tiempos de lucha, al otro lado de las fronteras
mientras el pueblo dejaba su vida en estas tierras.
Bailamos la canción que nos dicta quien gobierna
da igual lo que sea, azul, rojo amarillo o un proxeneta
a fin de cuentas, sólo somos las putas en esta juerga.
Pobres artistas que pierden su estima cuando suben
la ceja…
Vídeo y música elegidos por Quim Samaruc para el poema.
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